(La Nación, Argentina) La historia marcará con un punto
negro lo que sucedió esta tarde, en esta ciudad. La Argentina sufrió uno de los
cachetazos más duros de los últimos tiempos al caer ante Bolivia por 6 a 1, en
los tan temidos 3650 metros de altura. El seleccionado de Diego Maradona dejó
una pobre imagen en una jornada totalmente adversa en la que falló en todas sus
líneas y en la que Juan Pablo Carrizo fue el mejor jugador del conjunto
nacional, a pesar de la cantidad de tantos que recibió. La figura del
encuentro: Joaquín Botero, autor de tres goles, uno de penal.
Desde el recordado 5 a 0 de Colombia, en el Monumental,
que el seleccionado no perdía por cinco tantos. Aquella catastrófica derrota,
en Núñez, fue el 5 de septiembre de 1993, hace ya casi 16 años. La última vez
que el seleccionado había recibido seis tantos fue en el Mundial de Suecia
1958, cuando perdió 6-1 ante Checoslovaquia. La Argentina sufrió los efectos de
la altura, pero, a pesar del desgaste físico, su rendimiento fue muy
desmejorado, con graves errores defensivos.
La Argentina sufrió desde el minuto inicial y rápidamente
Marcelo Martins puso en ventaja a los bolivianos. Lucho González igualó tras un
error del arquero Arias, pero al descanso el seleccionado se marchó 3 a 1 abajo
por tantos de Botero, de penal, y Da Rosa. En el complemento, los locales
redondearon la goleada, con dos anotaciones de Botero y una de Torrico. El
árbitro uruguayo Martín Vázquez expulsó a Angel Di María, que entró y sólo jugó
siete minutos.
El partido. La Argentina la pasó mal en el primer tiempo
desde el inicio. Iban sólo 8 minutos y Carrizo ya había salvado tres veces al
seleccionado en claras situaciones de gol. Los hombres bolivianos remataban
constantemente desde afuera del área. Sin embargo, llegaron al gol por otra
vía. A los 11, Demichelis salió a trabar y perdió. La pelota derivó en Martins,
ni Papa, ni Heinze llegaron, y el delantero definió abajo al palo derecho de
Carrizo, que, esta vez, nada pudo hacer.
Bolivia ganaba y lo merecía. Gatty Ribeiro avanzaba con
facilidad cada vez que se lo proponía. Da Rosa remataba siempre que podía desde
afuera del área y aprovechaba el factor altura. La Argentina casi no conseguía
cruzar la mitad de la cancha. Recién, a los 20 minutos, el seleccionado hilvanó
la primera situación de riesgo. Messi arrancó, cedió para Tevez y buscó la
devolución. El atacante de Barcelona intentó definir por arriba del cuerpo del
guardavallas Arias, que resolvió bien.
Gago empezaba a reaccionar en la mitad de la cancha,
aunque por el sector derecho de la defensa la selección hacía agua. El equipo
de Maradona encontró la igualdad por un error del N° 1 boliviano. Maxi
Rodríguez recuperó el balón en la mitad de la cancha y tocó para Lucho
González, quien remató desde muy lejos y convirtió tras una mala reacción de
Arias.
La Argentina igualaba, aunque estaba lejos de merecerlo.
La altura perjudicaba al conjunto nacional que sostenía el empate por Carrizo.
Sin embargo, en el único error del ex arquero de River en la etapa inicial,
llegó el penal que derivó en el segundo tanto de los bolivianos. Antes, Messi
había tenido el segundo. A Carrizo se le escapó la pelota, pero Zanetti, en la
salida, adelantó demasiado la pelota y le cometió un dudoso penal a Da Rosa. A
los 33, Botero lo cambió por gol, con un remate al medio del arco. 2 a 1.
Era volver a empezar, aunque las desconcentraciones
seguían complicando al seleccionado. De un pelotazo desde el campo boliviano,
Botero quedó solo y, de nuevo, Carrizo salió a tiempo. Pero, a los 44, una
fórmula repetida posibilitó el tercero. Tras un tiro libre en favor de la
Argentina, el arquero Arias sacó rápido para Botero, quien se escapó por la
derecha, envió el centro y Da Rosa, solo, entró por la izquierda y, de cabeza,
marcó: 3 a 1 y al entretiempo.
En el complemento, Bolivia encontró rápidamente el
cuarto. A los 8, tras otro pelotazo y un desborde desde la derecha de Martins,
Botero, de cabeza, sin marcas, anotó. Para peor, Di María, que había ingresado
a los 12 por Maxi Rodríguez, fue expulsado, a los 19. Dos minutos después, el
quinto: otra vez Botero, otra vez la defensa de la Argentina al desnudo.
Los 25 minutos restantes transcurrieron con una Argentina
derrotada, ya vencida. Maradona dispuso el ingreso de Angeleri por Lucho y
Montenegro por Tevez. Sobre el final, a los 41, Torrico desde afuera marcó el
sexto, último golpe para una tarde más que olvidable.